Impacto 107.3

sábado 27 de julio de 2024

Bella Vista: Algo De Nubes | Ahora: 15.58°C | ST: 15.7°C

Massa no arranca y Larreta y Bullrich llegan a una final cabeza a cabeza

El ministro no despega según lo esperado: debe hacerse el ultra K porque Grabois crece más de lo esperado.

Estando tan, digamos, interesantes las internas ¿por qué tantos votantes deciden quedarse en casa? Se están forzando explicaciones-justificaciones que son pura palabra. Agreguemos otra: uno podría pensar que los ausentistas no quieren sentirse de nuevo responsables de haber elegido un candidato que, al final, los perjudica.

Ahí lo tenemos a Súper Sergio, que no es Berni, sino Massa, los dos con la misma clase de resultados de los que mejor ni hablar. Massa escaló a ministro prometiendo comerse cruda a la inflación que, desde que asumió en agosto pasado, subió un 100%. Y si en julio fuese del 7%, acumulará 114% en un año.

Cómo será la cosa que Pesce, el jefe del Central que no puede ni ver a Massa y Massa tampoco puede verlo a él, le hace el favor de postergar informes hasta después de las Paso. Cosas del oficio. Pero también otro desprecio por la capacidad de pensar de la gente. En cualquier caso, está claro que no se publican porque a Massa no le está yendo bien.

Más cifras claves de la gestión Massa. La economía se contrajo 5,5% (junio vs. junio) y del dólar, mejor no recordar: en agosto 2022 andaba por los 290 o 295 pesos y hoy, entrando a agosto 2023, a 550. La deuda saltó de 382 mil millones de dólares a 403 mil millones de dólares, y el salario perdió cerca de 8 puntos.

Otros dos éxitos dos. Las reservas brutas bajaron de US$ 37 mil millones a US$ 25 mil (las netas son negativas: 7.000) y la pobreza, que en agosto 2022 era de alrededor del 37% subió al 43%. En el fondo (que no es el Fondo) se entiende. Massa y el peronismo ahora massista, proponen un milagro: que la gente ignore todo esto antes, durante y después del cuarto oscuro, que de oscuro no tiene nada. Se entiende también la ensoñación por ese milagro, ya que el gobierno desde hace rato viene desentendiéndose de ser el gobierno.

¿No lo tenemos ahí, al presidente Fernández recibiendo al gobernador de Río Grande do Sul como principal actividad de este viernes? O yendo a visitar tintorerías bonaerenses para hacer como que hace algo, mientras los que hacen, la piloto Cristina y el piloto Massa, pilotean pero, por las dudas, hacen creer que no presiden.

También la tiene difícil, en su campaña que no arranca, el candidato Massa. Algunos le cargan esa factura a Wado de Pedro, a quien han puesto de jefe del operativo. Pero hay más que eso: Massa no despega en las encuestas según lo esperado, y tiene que hacerse el ultra K porque Grabois crece más de lo esperado.

Son ellos o nosotros, grita Massa como si fuera un combatiente de los 70. El otro Massa, el ministro, corre a Palermo a compartir abrazos y besos con peces gordos de la Rural. Y les dice: “no se puede vivir abrazado eternamente a peleas del pasado”. El neo kirchnerismo de Massa tiene algo para prometerles a todos, incluyendo los enemigos del campo.

Si lo dejan: faltan dos semanas para las Paso y debió bajarse a última hora de la caravana en La Matanza, por temor a pasar un mal momento. Había buscado adueñarse del triunfo del peronismo en la ciudad de Córdoba, y con la ayuda del asesor Olmos, de oficina pegada a la del presidente Fernández y contactos al por mayor en la justicia, consiguió embarrarle la cancha al candidato Zamora en Tigre, su lugar en el mundo, pero sobre todo el lugar de su mujer y candidata a intendente, Malena Galmarini. Zamora se va a la boleta con Grabois, de quien dice es el peor de todos. Es hora de que llamen a un psicólogo.

Tambien estuvo haciendo buenas migas con los ruralistas Larreta, que sigue al pie de la letra las ondas de amor y paz que le marca su asesor estrella Durán Barba, que antes lo fue de Macri. Las encuestas fallan, como se sabe. Y a veces, a propósito. Pero es lo único a mano para ver o especular sobre lo que viene. Larreta dice estar un poco por encima de Bullrich en la Provincia, donde Santilli mide más que él. Tanto que han resaltado su nombre en las boletas para alentar el corte.

También dice que recupera terreno en Ciudad, Córdoba, Santa Fe y Mendoza. Otra cosa dice Bullrich, que si pudiera votaría ya mismo y que, por eso de rechazar medias tintas y por ponerlas, las pone gruesas como mentar el blindaje de De la Rúa justo cuando el dólar y la deuda gritan ¡socorro! ¿Qué necesidad tiene de hablar de cosas de las que los que saben prefieren no hablar?

Casi copiando a Milei, que ahora la ataca porque le roba votos, Bullrich se fue de boca informando, mal informada, que la mitad de los estudiantes universitarios aquí son extranjeros. Larreta cumple con lo que le indican los gurúes. Bullrich con lo que le dicta el carácter.

Un capítulo mucho más picante es la pelea en la Ciudad, el bastión del Pro, y donde Larreta apoya a Lousteau más que a Jorge Macri, el candidato de su propio partido, que dice hará una denuncia judicial por campaña sucia. Otra curiosidad o no tanto: Lousteau atrae a votantes kirchneristas que antes de votar por Santoro prefieren frenar a Macri.

Hagamos entrar a escena a uno que se esfuerza por mantenerse al margen: Axel. El ministro de economía del 2012 del quédense tranquilos que todo está pensado en profundidad en la reestatización de YPF, después del fiasco Kirchner-Eskenazi: “Los tarados son los que piensan que el Estado debe ser estúpido y cumplir lo que dice la propia empresa”. Los tarados somos los que tendremos que pagar al menos otros US$$ 5.000 millones, según los tribunales norteamericanos. Ya se llevan pagados unos 10.000.

Poniendo estaba la gansa mientras YPF pone un gran cartel en la Panamericana: soberanía energética. Va llegando la hora de que tengamos soberanía de pensamiento, no de sarasa. La calesita electoral sigue en Chubut. Los de Juntos, que esta vez aquí van juntos, piensan en el batacazo. Se verá si no lo vuelve a dar el candidato ausentista.