Elecciones presidenciales: Paraguay decide entre la continuidad y el cambio en una campaña cargada de polémica

Más de 4,7 millones de paraguayos están habilitados para votar este domingo, en unas elecciones que decidirán quién guiará los destinos del país en los próximos cinco años. La campaña se ha visto sacudida por las duras sanciones de EE.UU. contra el exmandatario Horacio Cartes. Su candidato, el oficialista Santiago Peña, se enfrenta al histórico dirigente liberal Efraín Alegre
Con tasas de crecimiento envidiables, una inflación bajo control y un boom de inversiones en el sector inmobiliario, las elecciones de este domingo en Paraguay no girarán en torno de las medidas que adoptará el próximo gobierno en el campo económico. En ese aspecto, parece haber coincidencia entre los principales candidatos en mantener el actual rumbo del país, que podría crecer este año a un ritmo de entre el 4,5% y el 4,8%, según estimaciones del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, respectivamente.
El debate político parece estar centrado en otro frente: el del combate a la corrupción y el crimen organizado. La opinión pública se vio sacudida por las sanciones del Departamento del Tesoro de EE.UU. contra el expresidente Horacio Cartes y su vice, Hugo Velázquez, por “actos de corrupción” y presuntos “vínculos con miembros de Hezbollah”. La elección de Cartes en diciembre pasado como nuevo presidente de la oficialista Asociación Nacional Republicana (ANR), en unas elecciones primarias abiertas, sumó un ingrediente al actual proceso electoral. En febrero de este año, en un intento por despegarse de la polémica, el exmandatario anunció que se apartaría por completo de “toda participación accionaria, directa o indirecta” en el Grupo Cartes y dejaría de ser “beneficiario final de las empresas del grupo y todas sus filiales y subsidiarias”.
El candidato del partido de gobierno es su exministro de Hacienda, Santiago Peña, quien defendió la “honestidad” y la “transparencia” de Cartes y dijo que “no ha tenido oportunidad de defenderse” ante las acusaciones de EE. UU. Desde la oposición, en cambio, Efraín Alegre, quien encabeza la fórmula presidencial de la Concertación para un Nuevo Paraguay, fue contundente: “El contrabando tiene un jefe en Paraguay, que es Horacio Cartes”. Y añadió que no le extrañaría que el próximo paso fuera un pedido de extradición del expresidente. Entre enero y febrero de 2021, el propio Alegre cumplió 20 días de prisión preventiva en una causa por el supuesto uso de facturas falsas durante las anteriores elecciones presidenciales.

EL CRIMEN ORGANIZADO, EN EL CENTRO DE LA AGENDA
El avance del narcotráfico y el crimen organizado en el país son un tema obligado de la actual campaña electoral. La preocupación ha sido planteada no solo por EE.UU., sino también por distintas organizaciones de la sociedad civil y centros de estudios en Asunción. “Las organizaciones criminales por medio del narcotráfico y el contrabando han penetrado fuertemente en la sociedad paraguaya”, afirma el informe 2022 de la Coordinadora de Derechos Humanos del Paraguay, cuyos autores son los politólogos Sara Mabel Villalba y Camilo Filártiga Calizo. También advierte sobre “el involucramiento directo e indirecto de actores políticos en la estructura del narcotráfico”, que abarcaría “las dirigencias de base, gobierno departamental (gobernadores y concejales departamentales), diputados y senadores nacionales, tanto de la ANR como del PLRA” (el Partido Liberal Radical Auténtico, presidido por Efraín Alegre).
Un punto de inflexión para toda la sociedad paraguaya fue el asesinato en mayo de 2022 del fiscal anticorrupción Marcelo Pecci, en la playa colombiana de Barú. El crimen, cometido por sicarios, fue la confirmación de los tentáculos del crimen organizado en la región. En febrero de este año, fue detenido en Río de Janeiro el presunto autor intelectual, el narco paraguayo Miguel Ángel Insfrán -conocido como “Tío Rico”-, y se sospecha que detrás del hecho estaría también el Primeiro Comando da Capital (PCC), grupo delictivo brasileño con creciente presencia en territorio paraguayo. Al respecto, en una columna publicada en The Washington Post, el periodista Santi Carneri señaló, que la frontera entre Pedro Juan Caballero y Punta Porã ha convertido a Paraguay en “un triángulo de las Bermudas donde desaparecen vidas a raudales” y donde “ocurre un asesinato por sicarios cada dos días”.
“Nuestra lucha es por un Paraguay diferente, un Paraguay que dé más oportunidades, un Paraguay que luche contra estos flagelos del narcotráfico que sabemos que se han metido y que en los últimos años han convertido a Paraguay prácticamente en una zona liberada”, afirmó Santiago Peña. Por su parte, el opositor Efraín Alegre alertó: “Estamos a pasos de ver a un Paraguay con una economía narcodependiente”. Para evitar que esto ocurra, añadió, es necesario un “entendimiento importante con otros países: Brasil, en primer lugar; Argentina y EE.UU”.

CHINA, TAIWÁN Y SU POLÉMICA EN PLENA CAMPAÑA
En el plano internacional, más allá de las coincidencias en torno a la necesidad de mejorar el funcionamiento del Mercosur, el tema más candente de esta campaña ha sido el de los vínculos diplomáticos entre Paraguay y Taiwán, que datan de 1957. Se trata del único país sudamericano y del único socio del Mercosur que no mantiene oficialmente relaciones con Pekín y reconoce a Taiwán como único legítimo representante del pueblo chino.
Mientras el oficialista Santiago Peña es partidario de mantener el status quo, el opositor Efraín Alegre ha dicho que los lazos con Taiwán significan “una pérdida importante de oportunidades” y, si bien no confirmó que un eventual gobierno suyo tuviera en carpeta optar por relaciones diplomáticas bilaterales con la República Popular de China, dejó entrever que estudiaría la situación. “Taiwán es una economía fuerte, un país muy desarrollado, con mucha tecnología. No vemos que esté haciendo el esfuerzo que estamos haciendo nosotros, que somos pequeños”, manifestó el dirigente, quien aclaró que la decisión sobre la continuidad del vínculo con Taipéi o un eventual reconocimiento de China será “la que mejor convenga a los grandes intereses de la patria”.
Desde Taipéi, la Cancillería taiwanesa pidió a Alegre que aclarar su “postura oficial” y lamentó las interferencias de Pekín y la “forma obvia en que corteja a los candidatos de todos los partidos”. Desde 2016, el gobierno del gigante asiático ha conseguido birlarle al de la isla rebelde el reconocimiento diplomático de cinco países latinoamericanos: Panamá, República Dominicana, El Salvador, Nicaragua y, más recientemente, Honduras.

WASHINGTON, UN ALIADO CLAVE PARA ASUNCIÓN
A pesar de esta polémica respecto de las sanciones a Horacio Cartes y del debate en torno a los vínculos con China, ninguno de los dos principales postulantes pone en duda el alineamiento de Paraguay con Washington. Santiago Peña viajó a EE.UU. durante la campaña y reafirmó su decisión de mantener una agenda común en el combate a la corrupción y la inseguridad. “Para nosotros es fundamental el apoyo de los EE.UU. para consolidar esta lucha en la cual estamos comprometidos”, afirmó el exministro de Hacienda, de 43 años, cuyo compañero de fórmula será el extitular de la Cámara de Diputados y exgobernador del departamento de Ñeembucú, Pedro Alliana.
El libreto de Efraín Alegre no es muy distinto, aunque en su caso el énfasis está puesto en el desprestigio que genera para Paraguay que el expresidente Cartes haya sido sancionado por el Departamento del Tesoro estadounidense por sus presuntos vínculos con el narcotráfico. Ante el embajador de EE.UU. en Asunción, Marc Ostfield, el candidato de la oposición reiteró su compromiso con la “transparencia” y con una “Justicia independiente” y habló de la necesidad de la cooperación bilateral con Washington en la lucha contra la corrupción y el crimen organizado internacional.
Todo se decidirá este domingo, cuando 4.782.940 electores habilitados elegirán, además de nuevo presidente y vice, 45 senadores, 80 diputados y los gobernadores y legisladores que regirán los destinos de los 17 departamentos del país durante los próximos cinco años (2023-2028).