El ABC del Virus del Papiloma Humano (HPV): 7 claves para detectarlo y frenarlo a tiempo
En una era donde la prevención y la detección temprana son claves en la batalla contra el cáncer, un enemigo silencioso acecha a millones de mujeres en todo el mundo: el virus del papiloma humano (HPV). Este virus, transmitido por contacto sexual, es responsable de la mayoría de los casos de cáncer de cuello uterino, una enfermedad que cada año cobra la vida de cientos de miles de mujeres.
La Dra. Carolina Ramírez (MP 2122), médica tocoginecóloga correntina, nos adentró en el mundo del HPV y su relación con el cáncer de cuello uterino. «Esta infección es sumamente frecuente», advirtió. «Sabemos que el 80% de las mujeres estarán expuestas en algún momento de su vida». Es una familia de virus que afecta muy frecuentemente tanto a mujeres como a hombres y es la infección de transmisión sexual más común.
Según información brindada por el sitio queeshpv.com, se trata de una enfermedad que cobra miles de vidas femeninas anualmente: el cáncer de cuello uterino, una patología directamente vinculada al virus del papiloma humano (VPH) en un 99% de los casos. Las estadísticas revelaron que, más de 2.300 mujeres argentinas pierden la batalla contra este flagelo cada año.
Es decir, aproximadamente 8 de cada 10 individuos adquirirán esta infección en algún momento de sus vidas, aunque en la mayoría de los casos pasa desapercibida debido a su naturaleza asintomática.
¿Quiénes pueden transmitir el VPH? Cualquier persona infectada con el virus, ya sea que presente síntomas o no, tiene la capacidad de propagarlo. La principal vía de contagio es a través del contacto piel con piel y con las mucosas durante las relaciones sexuales, ya sean vaginales, anales u orales.
Tipos de HPV
El virus del papiloma humano (VPH) no es un único agente infeccioso, sino que engloba múltiples tipos o cepas diferentes.
Dentro de esta diversidad, se encuentran los denominados «VPH de bajo riesgo oncogénico». Estos tipos de virus se caracterizan por su tendencia a generar lesiones benignas, como verrugas y alteraciones de bajo grado en las zonas infectadas. Si bien estas manifestaciones pueden resultar molestas e incómodas, generalmente no representan un riesgo significativo de evolucionar hacia formas malignas o cancerosas.
Por otro lado, existe un grupo específico de VPH que se conocen como «de alto riesgo oncogénico». Estos virus, alrededor de 15 tipos diferentes, tienen la capacidad de provocar lesiones precancerosas y, eventualmente, favorecer el desarrollo de diversos tipos de cáncer, especialmente el de cuello uterino.
Dentro de este grupo de alto riesgo, los tipos 16 y 18 son los más comunes y peligrosos, por lo que su detección temprana y tratamiento son cruciales para evitar consecuencias graves. A diferencia de los VPH de bajo riesgo, estas cepas tienen un potencial mucho mayor de desencadenar procesos cancerígenos si no se abordan de manera oportuna.
Es importante destacar que cualquier persona sexualmente activa, incluso aquellas que han mantenido relaciones con una sola pareja, están expuestas a contraer el VPH. Aunque la pareja no manifieste síntomas evidentes, no significa que esté libre del virus, ya que este puede permanecer latente durante largos períodos sin provocar señales visibles.
Pero el Virus del Papiloma Humano (HPV) no es un virus común y corriente. Ramírez lo describió como «silente, subclínico y oportunista». Puede permanecer en el cuerpo sin causar síntomas durante años, aprovechando cualquier debilidad en el sistema inmunológico para proliferar y causar estragos.
De este modo, es importante que tengas en cuenta lo siguiente:
-
Conoce al enemigo
El virus del papiloma humano (HPV) es un enemigo astuto y silencioso. Como se mencionó más arriba, al menos el 80% de las mujeres están o estarán expuesta al virus a lo largo de su vida. Pero lo más preocupante es su naturaleza «silente, subclínica y oportunista», capaz de permanecer en el cuerpo sin causar síntomas durante años.
-
Entendé su relación con el cáncer de cuello uterino
La relación causal entre el HPV y el cáncer de cuello uterino es bien conocida. Como explicó la especialista, «no solo está dada por los subtipos virales de alto riesgo sino también por la permanencia del virus en el organismo». Es fundamental comprender este vínculo para tomar medidas preventivas.
-
Atención clínica para detección temprana
«La forma de detectarlo es por biología molecular, por reacción en cadena de polimerasa (PCR), con un valor predictivo cercano al 100%», afirmó Ramírez. Esta prueba altamente precisa puede identificar la presencia del virus años antes de que se desarrollen lesiones cancerosas, lo que permite actuar a tiempo.
-
Vacunate y protégete
La vacuna contra el HPV es una de las herramientas más poderosas para la prevención. Según Ramírez, «las vacunas previenen entre el 84% y el 90% de los casos de cáncer cervicouterino, de la cavidad oral y del conducto anorrectal». Vacunarse a tiempo puede marcar una diferencia significativa.
Si bien el uso de preservativos reduce considerablemente el riesgo de transmisión del VPH, no ofrece una protección completa, ya que el virus puede estar presente en zonas de la piel que no quedan cubiertas por el profiláctico.
-
Mantené chequeos regulares
La Dra. Ramírez enfatizó la importancia de «la realización del Papanicolaou anual y la prueba de HPV cada tres años». Estos chequeos regulares son esenciales para detectar cualquier anomalía o presencia del virus a tiempo.
-
Adoptá hábitos de vida saludables
Una alimentación rica en antioxidantes, como betacaroteno, vitamina C, ácido fólico y vitamina E, puede ayudar a fortalecer el sistema inmunológico y prevenir la propagación del virus. Además, evitar el consumo de tabaco y promover la educación sexual son claves para reducir los riesgos.
-
Actuá rápidamente ante cualquier señal
Es posible mantenerse informado, tomar medidas preventivas y estar alerta ante cualquier señal del HPV, frenando su propagación y reduciendo significativamente el riesgo de desarrollar cáncer de cuello uterino.
Pero la clave está en la prevención. La vacuna contra el HPV, disponible en Argentina desde 2019 para niños y niñas de 11 años, ofrece una protección importantísima. «Las vacunas previenen entre el 84% y el 90% de los casos de cáncer cervicouterino, de la cavidad oral y del conducto anorrectal», afirmó Ramírez.
En la lucha contra el HPV y el cáncer de cuello uterino, la prevención y la detección temprana son armas poderosas. La profesional enfatizó en la importancia de «la educación sexual, la insistencia en el uso de métodos de barrera como el preservativo, el control ginecológico anual, el tratamiento oportuno, la realización del Papanicolaou anual y la prueba de HPV cada tres años».
Dra Sandra Carolina Ramírez (MP 2122) | Especialista en ginecología y obstetricia | Atención en la Clínica del Pilar (San Martín 555, Corrientes, Capital) | Turnos al Nº 3794-818149 | Instagram: @ramirezcarolina1