Caso Madeleine McCann: una inteligencia artificial hizo un importante hallazgo
La inteligencia artificial podría haber resuelto el misterio que gira en torno a Julia Wendell, la joven que afirma ser Madeleine Mccann.
A poco tiempo de que se cumplan 16 años desde su desaparición, el caso de Madeleine McCann volvió al centro del ojo público cuando apareció una joven polaca que afirmó ser la misma niña que, hasta el día de hoy, representa uno de los mayores misterios criminalísticos de la historia.
Se trata de Julia Wendell, de 21 años, quien hace más de un mes creó un Instagram donde aseguraba ser Madeleine McCann. Como es de esperarse, la cuenta cobró significante popularidad y revivió el caso de aquella niña de 3 años que desapareció el 3 de mayo de 2007 en Portugal.
Sin embargo, las recientes revelaciones de un software de reconocimiento facial podrían sustentar las hipótesis de la policía de que Wendell no es quién dice ser. A continuación, todos los detalles.
Desde el primer momento en el que los padres de Madeleine McCann se toparon con la cuenta de Julia Wendell, desconfiaron. Lo mismo ocurrió con la policía de Inglaterra, quien es la fuerza de seguridad que continúa con las investigaciones del caso y quien desestimó la relación entre ambas chicas.
Si bien hay algunas similitudes físicas entre ambas, como una rara afección ocular en el ojo derecho y algunas pecas en la pierna y mejilla, también hay ciertas discordancias. Tal es el caso de la edad. De todas maneras, la Dra. Fia Johansson, una investigadora privada que trabaja en el caso, dijo que está absolutamente convencida de que Julia fue traficada a Polonia cuando era niña, independientemente de si es Madeleine o no.
Mientras la joven polaca espera los resultados de ADN para conocer su identidad, una prestigiosa empresa suiza aplicó un software de reconocimiento facial basado en inteligencia artificial para llegar a un veredicto casi concluyente.
Se trata de la firma AVA-X que analizó fotos de ambas niñas en detalle con una tecnología desarrollada para ayudar a la policía a identificar a los delincuentes y reunir a las personas desaparecidas con sus familias. La empresa, sin embargo, no logró establecer una coincidencia entre Julia y Madeleine.
Al comparar una imagen de la infancia de Wendell con una de ella de adulta, la tecnología proporcionó una coincidencia. Sin embargo, a la hora de entrecruzarla con la fotografía de la niña desaparecida, el resultado fue negativo.
«Es prácticamente imposible que la joven polaca sea Maddie», afirmó al portal Blick el jefe de Ava-X, Christian Fehrlin.